Sensor de frenos abs+precio

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Siempre a mano con el sensor ABS

El sensor del ABS es un pequeño pero importante componente del sistema de frenos de los coches modernos. Es parte del sistema ABS. Este sistema asegura que el coche siga siendo manejable incluso durante una frenada de emergencia.

La historia del ABS

Aunque el ABS todavía suena moderno y tiene un toque de equipamiento especial, sus orígenes se remontan a 1902. Fue entonces cuando se probaron los primeros prototipos en trenes de vapor. Se convirtió en algo muy importante cuando los aviones tenían que ser capaces de aterrizar a alta velocidad. Al frenar en la pista, los aviones a menudo perdían el equilibrio y se desviaban a un lado.

El problema con los neumáticos bloqueados es que el vehículo ya no puede ser dirigido. El sistema antibloqueo de frenos ABS era un remedio fiable. El primer coche que usó el ABS fue el deportivo británico JENSEN FF. En España, el ABS se usó por primera vez en 1978 en el Mercedes Clase S, pronto seguido por el BMW Serie 7.

Diseño del ABS y posición del sensor de velocidad

El ABS consiste en el sensor de velocidad, el anillo ABS y la unidad de control. Desde un punto de vista puramente técnico, un sensor de ABS es muy simple y consiste sólo en un sensor magnético. Esto envía una señal cuando se acerca a un campo magnético. El anillo ABS, que consiste en un anillo de hierro dentado o perforado, sirve para este propósito. Durante el viaje normal, el sensor registra continuamente el campo magnético, que se aproxima y desaparece de agujero a agujero o de diente a diente.

Esta frecuencia se transmite a la unidad de control. Mientras el auto esté rodando y se registre este movimiento continuo, el ABS no tocará el freno. Pero tan pronto como la rueda se bloquea durante el frenado, el dispositivo de mano libera los frenos en impulsos, permitiendo al conductor evitar un obstáculo y mantener el control de su vehículo incluso durante un frenado fuerte.

Los defectos del ABS y la reparación

Un defecto del sensor del ABS suele notarse inmediatamente, porque la unidad de control ya no recibe señales y piensa que la rueda está bloqueada. Como resultado, la fuerza de frenado se entrega en pulsos. Esto hace que la conducción con un sensor de velocidad defectuoso sea muy incómoda e insegura. Un sensor de ABS puede dañarse en sí mismo, el cableado puede romperse o los contactos pueden corroerse.

Un sensor está situado muy cerca de la carretera y por lo tanto está expuesto a las condiciones meteorológicas y a las salpicaduras de agua. Si el sensor falla, normalmente se enciende una señal de advertencia en el panel de instrumentos. Esta función es tan sensible que incluso salta antes de que el sensor falle por completo. Cambiar el sensor es bastante simple. Se retira la rueda, se desenrosca el viejo sensor y se monta uno nuevo. La distancia entre el sensor y el anillo ABS también debe ser ajustada con un calibrador de espesor.

Después de la conexión a la unidad de control el sistema debería funcionar de nuevo. Bajo ciertas circunstancias el nuevo sensor debe ser ajustado. Sin embargo, esto debe dejarse a los talleres especializados. Cuando se reemplaza el sensor del ABS, siempre se debe revisar el sistema de frenos. Las pastillas de freno con sensores de desgaste, los discos, los tubos y las mangueras siempre deben ser revisados visualmente de vez en cuando.

El precio de un sensor ABS

Los tiempos en los que los componentes electrónicos costaban una fortuna ya han pasado. Un sensor ABS de calidad de marca está disponible desde siete euros por unidad. A precios tan bajos, es aconsejable sustituir los componentes antes del final de su vida útil como medida de precaución. Los sensores de velocidad no están diseñados para ser las típicas piezas de desgaste.


Lo ideal sería que duraran tanto como el coche, es decir, unos 15 años o 250.000 kilómetros. Sin embargo, su ubicación expuesta no es óptima para una operación tan larga. Por lo tanto, como precaución, recomendamos reemplazar el sensor de velocidad cada 100.000 kilómetros. De esta manera el coche siempre está a salvo.