Ventajas y desventajas de los autos chinos
La primera y más importante ventaja de comprar vehículos chinos es la relación costo-beneficio. Las marcas asiáticas son más baratas, en parte debido al cambio del yuan y en parte porque los costos de producción y montaje suelen ser más bajos que en las fábricas nacionales u occidentales.
La eficiencia y la fiabilidad han sido probadas a lo largo del tiempo. Inicialmente, había desconfianza sobre el origen y la durabilidad de las piezas con las que están equipados los camiones, autobuses y coches chinos. Sin embargo, estas piezas han sido ahora mejoradas enormemente y ofrecen un mejor rendimiento a precios bajos.
Debido al gran número de ventas en Chile, ya es más fácil encontrar repuestos y servicios mecánicos especializados en marcas chinas, lo que los hace más accesibles y extendidos en el mercado automotriz.
Actualmente hay una amplia gama de modelos chinos en el mercado chileno. De esta manera se pueden encontrar tanto los vehículos más simples como los más cómodos y equipados SUV o camiones muy pesados.
Desventajas de comprar marcas chinas
La mayor desventaja de estas marcas es que muchas de ellas no ofrecen garantías de venta. Dado que la mayor parte del equipo sigue siendo importado, es difícil reclamar garantías y modificaciones por defectos de fabricación. Es un riesgo que debes tomar si quieres pagar menos.
Como están hechos principalmente de piezas más baratas, es importante revisar y mantener su vehículo regularmente. De esta manera, cualquier signo de desgaste o posible mal funcionamiento puede ser detectado a tiempo para evitar accidentes o retrasos en el tráfico.
Conclusión
Por consiguiente, la decisión depende simplemente de la disponibilidad de un programa de mantenimiento regular, además de la capacidad y la facilidad de compra de piezas de repuesto de la marca elegida cuando se necesiten. Comprar un vehículo chino puede ser una buena solución, pero hay que tener en cuenta la diferencia de durabilidad en comparación con las marcas europeas o americanas.
