Cual es la falla del regulador de presion de gasolina
La principal ventaja de un regulador de presión de combustible es controlar la presión del combustible y mantenerla constante. Esto evita que se dañen otros componentes, como los inyectores o las mangueras del sistema de combustible. Además, contribuye a un rendimiento óptimo del motor y a un mejor ahorro de combustible.
Este controlador también permite que el combustible regrese al tanque si la presión es demasiado alta. Por lo tanto, también tiene la capacidad de crear flujo inverso.
Cómo funciona el regulador de presión
Consiste en un tanque de metal, un resorte y una válvula, que regula el flujo de combustible por medio de un resorte de presión y está conectado directamente al colector o al colector de admisión. La válvula puede ser mecánica o electromagnética, que funciona mediante un imán de control y un sensor.
Regulador de presión
Si la presión es superior a la tolerada por los inyectores, se corta el suministro de combustible a las válvulas de entrada. Al mismo tiempo, este combustible es empujado a través del circuito de retorno, expandiendo la membrana.
Dependiendo del fabricante, el regulador de presión se puede encontrar en diferentes lugares. Aunque normalmente se instalan en la línea de distribución o junto a la bomba de combustible.
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¿Por qué necesitas un regulador de presión?
Los motores no funcionan todo el tiempo. Tanto su velocidad como su nivel de carga cambian constantemente mientras conducen nuestro vehículo. Esto afecta al flujo de combustible en el sistema de propulsión del vehículo, por lo que se necesita un sistema que mantenga una presión constante.
Si la presión no está en el nivel correcto, esto causará algunos problemas. Por ejemplo, si la presión es demasiado baja, los inyectores no rociarán correctamente. Por el contrario, si la presión es demasiado alta, hay muchos elementos que pueden deteriorarse por exceder sus límites de tolerancia.
El inyector rocía bien el combustible, porque el regulador funciona
Fallo del controlador
Uno de los problemas más comunes con los reguladores de presión es que la válvula de presión del combustible permanece abierta. Un síntoma notable es la falta de presión del combustible, que puede hacer que el motor se apague. La forma más fácil de diagnosticar este problema es bloquear la línea de retorno, que drena el combustible en el tanque.
En estas circunstancias es mejor cambiar el regulador de presión, ya que no es un elemento caro. Suele costar entre 20 y 40 euros en cada taller de repuestos de motores. Lo mejor es comprar el original, aunque hay marcas muy reputadas que los hacen para cada modelo, como es el caso de Bosch. Por cierto, esta es una de las casas de componentes electrónicos que producen reguladores para las marcas de automóviles.
Tenga en cuenta que hay modelos en los que el filtro de combustible está equipado con un regulador de presión. En este caso, el precio no suele estar sujeto a grandes fluctuaciones, porque lo más normal es que cueste aproximadamente lo mismo que si fuera un regulador independiente.